Contribución de la genética y el ambiente a la metilación del DNA en vida temprana.
Los primeros años de vida son períodos altamente sensibles en el desarrollo humano. Las experiencias durante estas etapas pueden tener consecuencias biológicas y psicosociales profundas, que a su vez impactan la salud futura. La metilación del ADN (DNAme), una marca epigenética que se deposita en el ADN, puede regular la actividad de los genes y ha sido propuesta como uno de los mecanismos por los cuales las experiencias de la vida temprana pueden quedar biológicamente incrustadas. Estudios previos han encontrado que la genética y las exposiciones ambientales tienen cierto potencial para modificar la DNAme. Sin embargo, aún no se comprende bien en qué medida estos dos factores influyen en la DNAme.
Para abordar esta pregunta, este proyecto tiene como objetivo analizar poblaciones pediátricas con datos ambientales, genéticos y epigenéticos, y desarrollar metodología bioinformática para comprender cómo, y bajo qué condiciones, la susceptibilidad genética individual y las variables ambientales influyen en los procesos moleculares de nuestras células, lo cual permite que las experiencias de los primeros años de vida penetren “bajo la piel”.